¡NECESITADO! Oficial de bomberos que salvó muchas vidas solicita respaldo oficial para volver a caminar

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El Mayor (B) Luis Contreras es Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO en reconocimiento a su trayectoria de salvar vidas. Hoy padece una artrosis de cadera que debe operarse cuanto antes, que permita restablecerle su total movilidad física

ENTRE TORMENTAS. Su oportuna diligencia de bombero venezolano salvó muchas vidas en Lara, Trujillo, Mérida, Táchira, Falcón o el estado Zulia, no en un incendio, accidente marítimo o vial, sino que la oportuna y rápida respuesta del Mayor (B) Luis Contreras llevó a tiempo –a cualquier emergencia hospitalaria– el antídoto contra la mordedura de serpientes venenosas.

Hoy, el Mayor (B) Luis Contreras a sus 70 años de edad, una artrosis de cadera le impide caminar y llevar una vida normal, condición que sin embargo no le quita el ánimo ni le impide seguir ayudando a la ciudadanía llevando el medicamento antiofidico que es la diferencia, entre la vida y la muerte, cuando una serpiente inocula su veneno en alguna persona.

Este oficial bomberil que fue designado Embajador de Buena Voluntad por la UNESCO en reconocimiento a su trayectoria de salvar vidas dentro y fuera de Venezuela, padece de una artrosis de cadera que debe operarse cuanto antes que lo mantiene entre la cama y una silla de ruedas. Tiene en su poder los insumos, –incluida la costosa prótesis–, que le donó un grupo clínico privado, solo faltándole la cirugía que le restablecerá su movilidad física.

Contreras fórmula un llamado al presidente del Instituto de Espacios Acuáticos, INEA, –donde él está adscrito en comisión de servicios–, Contra Almirante Germán González Gómez Lares. Además al gobernador del Zulia, Luis Caldera Morales, y al alcalde de Maracaibo, Gian Carlo Dimartino, respectivamente, a quienes les solicita la posibilidad de la operación en alguna clínica o centro médico privado.

En este momento el Mayor (B) Luis Contreras está urgido de una andadera y un bastón ortopédico. Explicó que el costoso medicamento que estaba necesitando para combatir una fuerte infección, ya unos buenos samaritanos de los muchos que existen, se lo hicieron llegar .
ET / José Aranguibel Carrasco