FEDECÁMARAS: Hay más de 130 leyes que obstaculizan el desarrollo de una empresa
ENTRE TORMENTAS. Tras la octogésima Asamblea General de Fedecámaras en la que se dio el encuentro entre empresarios y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, más de 800 delegados se unieron para discutir el futuro del sector empresarial en Venezuela.
El evento, que tuvo lugar hace dos semanas en la ciudad de San Cristóbal, fue un verdadero éxito, destacando la fuerza y el compromiso del empresariado venezolano, según lo contó, el presidente de Fedecámaras, Adán Celis a la periodista Shirley Varnagy.
Durante la asamblea, se presentó un documento clave conocido como la Carta de San Cristóbal, que contiene propuestas para impulsar cambios significativos en el marco macroeconómico y jurídico del país.
Celis señaló que “hay más de 130 leyes que siguen obstaculizando el desarrollo de una empresa”.
Entre las peticiones se encuentran la necesidad de agilizar reformas que faciliten el desarrollo empresarial, así como la formalización de los pequeños comerciantes que representan la mayoría del sector.
“Hablamos en general de todos los servicios públicos donde tiene que haber participación de la empresa privada. Por ejemplo, hablamos de la participación de la empresa privada en el sector eléctrico en las termoeléctricas”, fijó.
Celis subrayó la importancia de un estado más descentralizado, donde las decisiones y recursos estén más cerca de los ciudadanos.
«El poder debe regresar a los municipios para que la gente pueda reclamar y participar activamente en el desarrollo de sus comunidades», afirmó.
El sector empresarial enfrenta desafíos, pero también oportunidades. Mientras algunos sectores, como el de telecomunicaciones y el farmacéutico, han mostrado crecimiento, otros, como la construcción, requieren atención urgente para reactivar el empleo y la inversión.
«El estado paternalista se acabó. Ahora necesitamos un país productivo que ofrezca oportunidades a todos», enfatizó Celis, quien también hizo un llamado a la colaboración entre el sector privado, el gobierno y la sociedad civil para crear un entorno favorable para la inversión.
La asamblea concluyó con un mensaje de optimismo y determinación. «Nuestro nombre es empresario, pero nuestro apellido es terquedad. Si tenemos que tocar más de diez veces una puerta para que se abra, lo haremos», concluyó Celis.
ET / Agencias